Palabras y frases con marcado sentido racista.
En Cuba el racismo se oculta sutilmente tras múltiples
disfraces. Mirado el fenómeno desde el punto de vista social, puede considerarse como un racismo cargado de
cierta afabilidad, en el que las personas muestran relativa tolerancia, pero
cada uno sabe que parcela ocupa.
El blanco
discrimina al negro y al mestizo y estos responden, devolviendo ofensas por el
desprecio que han recibido. Para estos últimos es muy socorrida la frase: El que no tiene de congo, tiene de carabalí, o su equivalente El que no tiene de dinga
tiene de mandinga, que aplican a esa persona que alardea de ser de raza
blanca y se olvida de la posible mezcla con sangre africana, de sus ancestros.
“En Cuba los esclavistas (es decir, toda la
población blanca de la isla) consideraban que el otro cuando NO TENÍA DE CONGO
TENÍA DE CARABALÍ.” (G. Cabrera I., “Vidas para leerlas”, pág. 239).
“Porque aquí EL QUE NO TIENE DE CONGO TIENE DE CARABALÍ.”
(Zoé Valdés, “Te di la vida entera,”, pág. 109).
De la misma forma y con la misma intención se hace referencia al conocido verso del poeta
boricua Fortunato Vizcarrondo ¿Y tu abuela, dónde está?
“— ¿Y TU ABUELA DONDE ESTÁ blanquito?” (M. Cossio Woodward,
“Sacchario”, pág. 110).
“Tú
serás muy blanca y de ojos verdes, pero, ¿Y TU ABUELA DONDE ESTÁ?” (Zoé Valdés,
“Café...”, pág. 132).
Las palabras NEGRO (GRA) y los diminutivos NEGRITO (TA) pueden
resultar amigables o despectivas, de acuerdo a la forma y el contexto en que se
utilicen.
“—Oye, ¡acere! el NEGRITO esta
en cana.” (Dariel Alarcón, “Memorias...”, pág. 262).
“Le voy a pedir una colcha al NEGRITO
de los Reyes Magos.” (Eliseo Alberto, “La fábula...”, pág.113).
“Al NEGRITO comemierda
que lee poesía no le interesa la política, si nos joden o no los cabrones
americanos,...” (J. J. Armas Marcelo, “Así en La Habana...”, pág. 296).
“...los NEGRITOS se
escabullían cada vez que lo veían, bajaban la cabeza o cruzaban a la acera
contraria.” (Miguel Barnet, “Canción...”, pág. 67).
“…le había coreado con toda la pandilla de NEGRITOS mataperros,
chino, chinito, tu mamá…” (M. Cossio Woodward, “Sacchario”, pág. 32).
“…replicaba un ñañaroso NEGRITO,…” (Carlos Loveira, “Generales…”,
pág. 320).
Mi negro y mi
negra es un tratamiento cariñoso que se dan las parejas de amantes,
semejante a mi chino y mi china, papi y mami y otras similares. Pero más habitualmente, cuando se hace
referencia a una persona de raza negra de forma despectiva, se la llama NICHE
y así lo reconoce el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), también
se usan los equivalentes NICHARDO (DA).
“Un NICHE. Hijita: un totí. ” (Eliseo Alberto, “Informe...”, pág.
273).
“Soy lo que Makarenko llamaría una NICHE atípica.” (Eliseo Alberto, “La
fábula...”, pág.112).
“—Es la primera vez que a una mujer de nuestra familia la atiende un
NICHE —comentó——. Antes un negro jamás se habría atrevido a poner sus manos
sobre una blanca, muchacho.” (Roberto Ampuero, “Nuestros...”, pág. 93).
“...dos eminentes hombres blancos de la raza negra (o dos «NICHES» de
piel blanca, como mejor les parezca),...” (Paquito D’Rivera, “Mi vida...”, pág.
44).
“...para dar paso a la nueva realeza NICHE...” (M. Vázquez
Montalbán, “Y Dios...” pág. 29).
“ciento de miles de cuchillos, navajas, machetes, patas de cabra y cizallas, que comprarán ávidamente los
NICHARDOS.” (Zoé Valdés, “Traficantes...”, pág. 30).
Otro cubanismo, también recogido en el DRAE, para referirse a la persona
de raza negra es PRIETO (TA).
“...su
marido. Negro, además. Un PRIETO, dice. Yo no soy racista. ” (Eliseo Alberto,
“Informe...”, pág. 273).
“…tengo una PRIETA apalabrá…” (F. Chofre, “La Odilea”, pág. 139).
“...no
hay modo de que el PRIETO recoja los cheles y salga echando.” (P.
J. Gutiérrez, “Trilogía...”, pág. 269).
Una blanca equivale a dos negras. |
Las principales voces despectivas y discriminatorias para referirse a
una persona de raza blanca son: MÚCARO y MACRI o MACRÍ
ambas de origen africano. También son profusamente utilizados en este sentido
los diminutivos BLANQUITO (TA)
“...qué
pinga te pasa BLANQUITO, qué tú miras,...” (Eliseo Alberto,
“Informe...”, pág. 285).
“Yo
era distinto, en el sentido de que no me gustaba ni tratar a los BLANQUITOS.”
(Miguel Barnet, “Cimarrón”, pág. 68).
“…dice que está por nacer el BLANQUITO que le ponga un pie delante en un
tablero.” (M. Cossio Woodward, “Sacchario”, pág. 179).
“…y
supe la morbosa felicidad que le daba templarse a aquella BLANQUITA...”
(Abilio Estévez, “Los palacios...”, pág. 161).
“Hace
un año que vive con un BLANQUITO chulo, jodedor y mujeriego.” (P. J.
Gutiérrez, “Trilogía...”, pág. 139).
“—Suelta
el gallo, BLANQUITO. (E. Núñez Rodríguez, , “Gente...”, pág. 9).
En tiempos de la colonia se utilizaba la voz NEGRADA en el sentido que
alude el DRAE, como un conjunto o reunión de negros esclavos que constituía la
dotación de una finca, Actualmente se aplica en forma despectiva a cualquier
grupo o reunión de negros.
Y si una persona hace algo muy chapucero, sin arte ni esmero o realiza
una acción que resulta una torpeza, se dice que ha hecho una negrada.
(Continúa)