19 dic 2012

EL ESPAÑOL DE CUBA


Mucho se ha escrito sobre el origen del español hablado en Cuba. Diversas teorías pretenden descifrar o reconstruir la forma y los medios por los que penetraron ciertas palabras en nuestro vocabulario para darle forma, personalidad definida  y estilo propio al “cubiche”.
Una gran mayoría de autores, lingüistas  y eruditos del lenguaje, se remontan a los albores de la conquista y colonización de la isla a principios del siglo XIV, cuando se  impone a los aborígenes el idioma español.
Si bien es cierto que la lengua del conquistador debió imponerse, y en el caso de Cuba principalmente a la fuerza, no me puedo imaginar que la población aborigen, exterminada en poco más de un siglo según los  historiadores, se comunicara  ya en algún dialecto de español de aquella época, tan distinto al actual.

Influencia de la lengua aborigen.

Lo que sucedió fue lo contrario y es lo que ha llegado hasta nuestros días. Palabras de la lengua dulce y cadenciosa de los primitivos habitantes de la isla, ayudaron a los conquistadores a nombrar todo aquello que encontraron y que resultaba nuevo y desconocido para ellos. De ahí los vocablos: bohío, coa, cacique, hamaca, fotuto, guayo, huracán, yuca, etc. y otro sinnúmero de voces que componen hoy la toponimia cubana como Habana, Guanabo, Arimao, Jibacoa, Camagüey, Guanabacoa, etc.
Es pues la lengua de los primitivos habitantes  la que influye y  matiza el habla hispana, con esos  numerosos vocablos que perduran hasta hoy, muchos de los cuales entraron a formar parte del español académico

Afronegrismos.

La siguiente aportación al español de Cuba, la hacen los negros esclavos que, después de exterminados los primitivos habitantes de la isla, son traídos de África en cantidades ingentes, con el fin de cubrir las necesidades de mano de obra de la pujante economía cubana y sobre todo de la naciente industria azucarera. Sus lenguas y dialectos dejaron su impronta en la forma de hablar y vocabulario del cubiche. Entre otras voces de ascendencia .africana encontramos: Abicú, aché, asere, babalao, beroco, ecobio, monina, orisha, etc. y toda una serie de nombres de las deidades de las distintas religiones traídas de África y el léxico unido a su culto.

Galicismos.

Los galicismos fundamentales fueron introducidos ya dentro del español peninsular, como reflejo de la afrancesada España borbónica de los Siglos XVIII y XIX, o por los colonos franceses que emigraron en número considerable hacia las provincias orientales huyendo de la revolución haitiana. Otros llegan con los haitianos que emigraron hacia la isla durante la primera mitad del siglo XX, en busca de una mejoría de su situación económica. De ellos sólo unos pocos mantienen su actualidad, tales como creyón, bulevar, balance, fuete, etc.

Anglicismos

Los anglicismos han ejercido una gran influencia sobre el habla del cubano. Además de los importados directamente de los EE UU, algunos fueron introducidos por los braceros jamaicanos, que al igual que los haitianos emigraban a Cuba en busca de trabajo. Y así se escucha: Broder, bisté, blumer, catao, celular, ocá, quei, suéter, yanki, etc. 
Otra fuente considerable de anglicismos la ha constituido el béisbol o pelota, deporte nacional de cuya terminología en inglés, no sólo han pasado infinidad de voces al habla popular como ampalla, average, fao, estrai, tubey, etc., si no que se han extrapolado las frases propias de ese deporte a la vida cotidiana y así, coger fuera de base a alguien significa pillarlo haciendo algo indebido, ser cuarto bate en alguna actividad es destacarse en ella,  estar en tres y dos encontrarse en una situación límite, tener la bola escondida ocultar algo que no se debe saber y así un sinfín de frases por el estilo.
Existe otro gran número de voces salidas del ejercicio colectivo del pueblo llano, pero relatar su génesis  haría demasiado extensa este artículo.
Hasta aquí se han nombrado las diversas influencias que actuaron y modelaron el vocabulario cubiche.

Pudiera parecer que la forma, tono y giros en el hablar cubano debieran ser más peninsulares, debido a que la masiva emigración española durante el siglo XIX y principios del XX, pudo provocar un impacto significativo en este sentido. Sin embargo los rasgos característicos del español de Cuba, fueron introducidos principalmente por la inmigración de canarios y andaluces. De ello hablaremos más adelante.

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